imprimiendo con luz
No recuerdo desde hace cuánto tiempo he querido ser fotógrafa... tal vez desde que me sentaba a buscar en las cajas viejas de mis papás las fotos familiares ya deslavadas y amarillas por el tiempo, pero aun guardando la magia inigualable del momento en que fueron tomadas.
Este semestre desde que supe que llevaría la materia de revelado auguré cosas buenas.
Hace 3 años que aprendí a revelar, pero nunca había experimentado la maravillosa sensación de imprimir una imagen.
Con la escasa luz roja del cuarto oscuro, la mirada adquiere una tonalidad hermosa mientras se enfoca el negativo con calma y precisión. El tenue hilo de luz se asoma sobre el obturador de la ampliadora, el olor de los líquidos impregna el lugar entonces se enciende el reloj de números grandes y rojos...10 segundos..... basta solo eso para que el papel se empape de luz.
Diez segundos y vuelve la oscuridad, lo demás ya es historia.
Tomar fotografías, revelar negativos y ampliar... es el génesis de mis imágenes y recuerdos.
Comparto con ustedes, la primera de muchas fotos que tomaré este semestre.