A MIS PADRES
Cada segundo que paso en un autobús, observo por la ventana los carros que van y vienen, los árboles que crecen frondosos a las orillas de los caminos y los campesinos recogiendo la cosecha. Los maravillosos atardeceres aparecen y entonces pienso en ustedes.
Ojalá no existieran las distancias ni las separaciones, quisiera seguir viendo sus rostros por las mañanas y escuchando sus consejos a la hora de la merienda. Me consuela saber que no estamos lejos, solo separados por un sueño que se ha aferrado a mi ser y por el cual he derramado hoy las últimas lágrimas; estas que brotan de saber que hay días que no volverán.
yaz portugal
escrito en un viaje de regreso a casa.
octubre 2010
0 notas de soñadores:
Publicar un comentario